Cómo ser un racista efectivo

Mujercitos Magazine
4 min readApr 5, 2021
ArtCover por Claudia Patricia

Por Roman Gutiérrez Aragoneses

A los interesados:

De entrada, sepan esto: Cuando un humano odia a otro por el simple color de la piel ocurre una explosión de intolerancia súper saludable que invade el sistema nervioso central. Es adictivo, riquísimo. No por gusto en el mundo hay tremendo enganche con eso. No crean que gran parte de la humanidad cultiva este instinto por ignorancia, nada de eso. Sentir odio vehementemente aplaca la comezón humanista que hay entre cuerpo y alma. Uno odia y esa sarna cesa inmediatamente.

Consejo I: Solo para blancos

Canalice el empingue inmediato que siente cuando vea venir a un negro-mono caminando con tremenda guapería. Mírelo. Observe ese pedazo de tizón ignorante que se bambolea por la calle como si fuera suya, acepte lo justo que sería reventarle la cara de un gaznatón (con la mano abierta para que suene y se quede turulato los próximos tres segundos). Escúpale la cara como si estuviese escupiendo al mismísimo corazón cultural del continente africano. Si el negro no es cobarde y se defiende, atáquelo sin piedad hasta que acepte que tienes derecho a golpearlo porque usted es un ser superior. Si tiene perros agresivos en su casa, écheselos y contemple la masacre pública.

Consejo II: Solo para negros

Es recomendable empezar a atacar a los blancos desde temprana edad. Mientras más rápido le hagas saber a tu hijo que arrollar al primer blanquito que se le ponga por delante evitará que lo humillen en un futuro, mucho mejor.

Negro, toma la delantera, tú eres más rápido. Muéstrale desde pequeño a tu hijo (pateándole la cabeza a un niño blanco delante de él) cómo se trata a esta raza de mongos lechosos. Enséñale cómo tiene que hacer en la escuela para tenerlos aterrorizados desde el pupitre. No escatimes. Cuéntale cómo en la historia de la humanidad los blancos han esclavizado a tus ancestros a la fuerza. Menciónale a los nazis (que eran blancos) y no te olvides de explicarle con lujo de detalles quiénes eran estos carniceros rubios. Recuérdale que un negro siempre va a cargar con la culpa de todo lo malo que haga un blanco. Edúcalo mezclando el baile y el bofetón para que cuando se faje, fluya con estilo mientras va sonando caras ampliamente sin parar. Páralo en la oscuridad y muéstrale las ventajas de pasar inadvertido en la noche.

Consejo III: Solo para chinos

Ustedes son más, no hay discusión. Son mayoría, fuertes como insectos y silenciosos como serpientes. Hace rato su cultura está aquí con tremenda paciencia, tratando de alargar la vida y tener un clan familiar longevo. Hagan brujería, los maleficios que ustedes arrojan no los quita ni su propio médico chino. Maldigan. Su cordón espiritual de ancestros es el más fuerte de todas las razas. Ningún conjuro de otra etnia puede contra el suyo, ni mal de ojo, ni magia negra. Tienen la fortaleza de la muralla china en sus almas, son inaccesibles. Recuerden que en el pasado los chinos inventaron la pólvora y que los blancos se la quitaron luego de inventar el arcabuz (y luego los balacearon). No permitan que les caigan a tiros otra vez con sus propias balas. Revierten todo, metralla al blanco. Envenenen a los negros. A los mestizos cásenlos como moscas. Y va a ser fácil, ninguna de estas razas es tan inteligente, ustedes saben eso de sobra.

Los chinos son el azote del futuro, y si quieren dominar el mundo, van a tener que aliarse a algún enemigo para lograr ciertas cosas. Si quieren, oigan bien, únanse a cualquier otra raza que les parezca conveniente, luego, cuando estén posicionados, traicionen como solo saben hacer en Oriente.

Consejo IV: Solo para mestizos

Usted no está definido cromáticamente. Usted no es negro, ni blanco, ni chino. Ya por ahí disfrute de la libertad de no pertenecer a estos grupos de razas rígidas y arcaicas. Usted es lo más nuevo que existe en modalidad humana. Posee lo mejor de todas y lo más malo también, o sea, que tiene un amplio arsenal para atacar y defenderse. Hágale saber al resto de los bandos que usted lo mismo golpea como un chino, ataca como un negro que proyecta como un blanco. Use las armas que prefiera, juegue sucio, los mestizos aparecieron hace poco en el mundo, está usted justificado, las pistolas y los bates de béisbol en sus manos son pura poesía. Arrase con lo viejo, no deje que le pase un chino por delante sin insultarlo, escúpale el camino, si quiere arder en rabia piense que hay demasiados en el mundo y que sobran unos cuantos.

Sofoca a los blancos y a los negros con igual intensidad, para que detectes en tu mestizaje si eres más blanco que negro o viceversa y así puedas corregir tus defectos. Piensa que por ser tu raza la más reciente en el planeta tienes más cosas que resolver para ponerte al día. No te atrases. Ten siempre presente que las otras razas arrastran enfermedades degenerativas, mientras menos haya mejor. Lo diáfano es la mezcla tuya. Lo demás es porquería vieja. Fumígale la vida al que no sea mestizo. Incéndiale las casas y los autos para que sepan que ya su hora pasó hace rato.

P.D.

Si cree que todo esto está mal, deseche usted lo que he dicho y siga siendo amigo de todos.

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