El asesino me está mirando
Por Victor Fernández
El gobierno cubano ha diseñado esta “revolución” para que el pobre sea eternamente pobre y el negro eternamente un esclavo. El discurso populista imperante ha resultado ser segregador y castrador de todos los sueños imaginables, dejando como únicas opciones la huida o la muerte.
Durante los últimos 60 años han ido aplastando excesivamente emociones y esperanzas. Todo esto ante los ojos de la humanidad. Con el pretexto del bloqueo como arma de manipulación y principal ingreso de la mafia número 1, 2 y 3 en esta nación manchada y maldita, han demostrado que los intereses en Cuba son piramidales.
Este minuto que corre, en el que la vida de los miembros del Movimiento San Isidro está en peligro, es decisorio. Este minuto va a ser la fractura. No porque vaya a haber un estallido, sino porque la última prueba de que estamos corriendo peligro ya está frente a nosotros. No es la primera vez que el gobierno deja morir a alguien bajo huelga de hambre. Pero esta vez sería una masacre con todas las de la ley.
La estupidez con que actúa el gobierno solo hace que cada vez esté más claro que no nos quieren, que no nos necesitan. SÍ, tenemos el poder de derrocar a los tiranos. SÍ, tenemos la fuerza necesaria para luchar contra aquellos que defienden (muchos sin ganas) a los opresores que cada vez se hacen más ricos. SÍ, tenemos el poder de decidir sobre nuestros destinos. SÍ, podemos acabar con este cáncer que parece infinito, pero no lo es. SÍ, podemos evitar que gente inocente siga muriendo. SÍ, podemos cambiar el curso de la historia porque tenemos la fuerza, solo tenemos que creerlo.
He vivido en carne propia la estulticia y la injusticia de este sistema. Sé lo que es tener gente muriendo por pensar diferente. Sé por experiencia que nosotros somos números a los que no importa en lo más mínimo desaparecer. Mientras están logrando que nos pidamos la cabeza entre nosotros, la GUERRA se va desvirtuando y la sangre que corre es la de nuestros hermanos y las madres que lloran son las nuestras. A ELLOS nada les importa.
También sé que en esta isla lo que pondera es el sentido de auto preservación. Pero mientras continuemos así, será más fácil lapidar a cada uno de nosotros. La gente del Movimiento San Isidro, por pura biología, no pasarán de la semana que viene y lo más probable es que la intervención que haga el gobierno sea violenta. Cuando más debilitados estén entrarán a la fuerza y no sabemos que harán con ellos.
No espero nada de este pueblo. No creo, por más que me duela, que entiendan que este momento está poniendo a prueba nuestros principios y todo lo que decimos ser. Solo espero que la gente del Movimiento San Isidro sean héroes y no mártires.
