El asesino tiembla

Mujercitos Magazine
3 min readNov 27, 2020

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ArtCover por La Mamarracha

Dirección de Mujercitos Magazine

Se acaban de fracturar los huesos que quedaban sosteniendo esta sombra que nos ha vuelto a decir, de la manera más lacerante, que no tenemos cabida en este lugar del mundo. La demostración absoluta para nuestra generación acaba de darse ayer 26 de noviembre: no hay lugar en Cuba donde podamos al menos ejercer el personaje de seres humanos.

Espero que nadie tenga dudas ya de que somos un pueblo traicionado, de que somos un pueblo desgarrado, golpeado, violado, ofendido y desterrado incluso en nuestra propia tierra.

Este es el momento de evitar que entierren nuestras almas, no podemos permitirlo, no podemos formar parte de eso.

Esta es la oportunidad de hacernos respetar. Este es el momento de imponer nuestra condición de cubanos y cubanas e intentar hacer que esta nación infectada de la podredumbre de sus gobernantes sane.

Este es el minuto exacto donde el miedo comienza a abandonar nuestros huesos. Tenemos voz y tenemos futuro. Ya nuestros enemigos no tienen con qué justificar nuestro martirio. Ya nuestros enemigos mostraron la decadencia total a la que sirven. Ya nuestros enemigos saben que somos más y que nuestra causa es justa. Nuestra causa es la de la libertad absoluta. Nuestra causa es la de luchar por tener un país más justo, más hermoso.

Este parto es el resultado de todos nuestros anhelos.

Ya sabemos quiénes son los lacayos. Las caretas ya van abandonando los rostros que jamás van a poder señalarnos. Por nuestras venas corre sangre libre porque, aunque haya sido en silencio, es lo que hemos soñado. Pero el silencio ya está llegando a su fin.

Tenemos historia suficiente para saber que este gobierno no puede continuar subyugándonos. Ya van más de 60 años y varias generaciones víctimas del ego y la avaricia de estos gobernantes. Tenemos historia suficiente para saber que debemos ponerle fin a esta maldición. Tenemos historia suficiente para saber que no podemos permitir que atropellos como este vuelvan a mancharnos. Cuba tiene que volver a ser para los cubanos y jamás volver a caer en garras como las que aún nos oprimen. Confiemos en nosotros mismos. Amparémonos. Mantengamos la vista fija en el futuro y en el sol que viene avisando volverá a hacer germinar esta tierra.

Seguimos corriendo peligro, es cierto que todavía por nuestras cabezas ronda un aura envuelta en sangre cargando con los huesos de los asesinados. Es cierto que todavía debemos llevar a cabo otros pasos, otras acciones, pero a cada segundo que pasa vamos demostrándoles a los sirvientes del mal que con nuestra luz podemos vencerlos, eso, ellos lo saben y por supuesto, nos temen.

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